A tu pregunta:
estoy de formas que no te cuento, para qué contarte.
Soy cascada.
Riachuelo, a veces torrente.
Corro algunas veces más lento.
Temo, más que nada estancarme, ponerme verde, perder mi oxigeno y morir en fangosidades y decertificaciones.
Soy llovizna.
Rocío de las mañanas.
Vapor.
Cúmulo.
Hilo de agüita que se filtra por una grieta.
Quiero trasvasijarme, retomar un curso que sin ser camino me lleva hacia alguna parte y no puedo evitar que me lleve la gravedad.
No quiero detenerme mucho tiempo. prefiero evaporarme.
Sigo encontrando en mis rincones algunas sensaciones que deseo tremendamente volver a experimentar.
Es como un abrazo pero desde el centro, caliente y eléctrico. sube por mi vientre y reposa en mis mejillas.
A la vuelta en blanco; mis ojos, doblando la esquina mis ganas, adelanta por la izquierda la realidad, volvemos a estar sentadas en la penumbra de una tarde cualquiera. ha sido una carrera veloz e inesperada.
No me gusta que me hagan masajes porque me exito.
Me encanta que me hagas masajes porque me exito.
Pasa en mi mente nomas.