Sumergida en la oscuridad,
mil voces, como mil dagas desafiladas.
No me hieren, no me alcanzan,
perecen en la distancia que nos resguarda.
El roce de tus labios con los míos,
aquellos besos
que se volvieron mordidas
mordidas que corrompieron la quietud de mis latidos
Pero en una oscuridad simulada.
Mis ojos vendados,
Mis manos atadas.
El miedo eriza mi piel, más me agrada cada vez.
La luz se filtra, logro ver tu rostro.
Me vuelves a vendar, ahora te puedo reconocer
Tu voz proclama a mi oído
"Te las estas buscando gatita"
Lo niego todo,
tú sabes que en el fondo lo deseo
tus venganzas, caricias, mordidas
la sorpresa, el temor, el desconcierto.
No saber cuando volveras a atacarme
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