Este bien o esté mal, mi voz no es la que moverá las piedras.
Quizá solo soy una de esas piedras que un día caerá por la ladera y nada pasará y todo estará pasando.
Navego por el torrente de este río sin caudal y no tengo que estar de acuerdo con nada tampoco
Suelto palabras, conjuntos de letras y a nadie alcanzo, suelto mi manos y escribo en cualquier lado si encuentro esas teclas
El fondo del lecho marino burbujea en mi oído y remece mis tímpanos.
No te encuentro entre la espada y mis paredes, no te veo desde mis estanques
No te siento entre mis pestañas ni logro entender dónde es que te estoy buscando.
Sostenme y abrázame fuerte, bailarina, pondré mi fé en lo desconocido y me iré, te vi bailar con el océano y me sostenias fuerte, no es fácil decir adiós así, me debo ir así sin más nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario