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jueves, 16 de julio de 2009

cuentos y casi cuentos

El retrato perfecto.


Cada mañana como cada tarde esperaba sentada junto a su piano, su viejo piano.
Esperaba desde hace años, limitándose a dormir, comer, beber e ir a al baño, podríamos decir que se limitaba a “vivir”.
Esperaba tranquila, sentada. Sus ojos habían visto ya caer cientos de atardeceres, tanto era el tiempo transcurrido que ya no podía ni soñar que recordaba lo que esperaba. Solo podía confiar en que cuando este alguien o algo llegara se daría cuenta, mas su memoria era muy frágil, como la de todos, aunque aun más.
De cuando en cuanto reía, reía estrepitosamente, se levantaba y caminaba en dirección a la ventana y miraba, esto ocurría a veces una vez cada dos meses, otras veces era 4 veces por semana. La verdad, era incierto el cuando ocurriría esto.
Su cabello negro blanqueaba más cada día, ella parecía no notarlo, supongo que era por su escasa memoria, había veces en que no me reconocía. Por lo mismo tuve que dejar de ir a verla, pues me temía que en la confusión de no saber quien entra en su casa le diera un patatús y estirara la pata la pobrecilla.
Y así fue que deje de ir, por lo menos no con tanta frecuencia, a decir verdad solo me asomaba a ver si seguía viva. He de admitir que muchas de las veces que fui a asegurarme de que estuviera viva la vi casi sin respirar, como ahogada, muriendo podríamos decir. No es que me haya quedado viendo con los brazos cruzados como ocurría esto. Sí, yo la ayude todas las veces que vi que esto ocurría, mas una vez que ya se encontraba mejor se alteraba mucho, quizá hasta se ponía peor que antes al no saber quien era yo, o por que estaba allí junto a ella. Su memoria no le permitía ver que le había ayudado pocos segundos antes. Y terminaba echándome a palos.
Para serles honesta yo le tenía un gran aprecio a la viejita. Podría asegurarles que no habría sido capaz de siquiera acercármele con un objeto peligroso, digamos que pusiese en peligro su integridad física. Es más yo solo me acercaba para ayudarle cuando se ahogaba. Es verdad siempre estuve allí para cuando esto ocurría, no es que estuviera obsesionada con ella. Es algo muy aparte, me gustaba observarla sentada junto a su piano, cada día, cada mañana así también como cada tarde.
No se como paso, quien hizo esto no era yo. No lo puedo recordar, podría decir que lo llegue a olvidar, se que estuve aquí, mas no recuerdo nada, ¡no tienen pruebas!
¿Como pude yo matar a quien más quise?
Por lo demás que es bien sabido, en mis brazos no tengo fuerza alguna, insisto no fui yo quien la estranguló.
Yo a ella la adoraba; Todo, todo; Mil bocetos tengo de su anciana figura junto al piano. Y cada día los mejoraba, con más y más detalles. Ella jamás cambiaba de posición. Bueno hasta ese día, oficial, yo se lo puedo jurar no le hice nada a la pobrecilla anciana que en paz descanse.
¿Cómo llego su cuerpo sin vida a mis brazos?
No lo sé, solo sé que no le hice daño, yo no le hice daño, si su cuerpo llego a mi fue por… quizá por que la quise ayudar.
¡No me pueden acusar de nada, no tienen pruebas!, muchos podrán decir que talvez yo estoy loca, mas se los negare una y mil veces, como podría estar loca, todos quienes me conocen me califican como una persona muy aterrizada.
Lo dije antes, lo repetiré nuevamente, yo no me obsesioné con ella, solo iba cada mañana y cada tarde, sin faltar un solo día, aunque lloviese, a dibujarla, siempre en su posición tan frágil, siempre esa posición, hasta ahora. ¡¿Por qué?! ¿Por qué tuvo que cambiar su posición? Solo unos detalles mas me faltaban… ¡y mi bosquejo hubiese sido de mejor calidad aun que una foto!
Talvez por eso fue. Pero no fue mi culpa. Yo no la estrangule. No fui yo.
Si, lo acepto, eran mis manos las que estaban en su cuello aquella tarde, pero yo no la mate, fue… fue ¡no fui yo!
Si aun no me creen tengo quien me apoye en esto. Mi hermana. Ella venía con migo, bueno por un tiempo, pero creo que también murió. Desapareció.
Yo sé que esto suena a locura, pero se donde esta, yo la vi el día que desapareció. Se que el caso de mi hermana jamás se solucionó. Yo lo puedo resolver, yo se donde esta. Yo estuve con ella ese día. Ella esta allí, junto al manzano, fui yo quien la enterró, mas no fue a mis manos que murió, no fui yo, fue… quien mato también a la abuela
No sé por que no me dejan ir aun… si es obvio que soy inocente.
Yo no enloquecí, el tiempo pasa rápido. Parece que fue ayer que hice el último dibujo de la vieja esa. Pero se que eso aun no ocurre, yo se que si la espero volverá, y así aunque tenga que esperar eternamente podré volverla a ver y así concluir mi retrato perfecto. Lo haré, aquí junto al viejo piano.
Allí la esperare aunque olvide que la espero a ella. Se que cuando vuelva lo sabré.

2 comentarios:

  1. Woooww !!..bkn lo q escribes ! vale cada vez me admiro mas de las tus escritos... profundoo.... cuando te conectes, te dare me explayare mas xD.. saludos :D !

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  2. me gusto :) esta bueno, stas scribiendo bastante bien ultimamente se nota que as mejorado y eso me agrada arto como creo q me aterra pero bn, como decia me gusto y alfinal x alguna razon me dio la sensacion de q en tu historia el final pasaba a ser el comienso de una historia parecida pero no se , seran voladas mias supongo ejjejeje
    ... puxa tendre q scribir con la wea de correo de la u ..

    Mauricio

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