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lunes, 3 de enero de 2011

Desde un tributo a mi diosa...

Llama incandescente,
cólera de los dioses,
Tributo a mi diosa...
Tú que por sobre todos eres la más hermosa,
la única que tiene dominio sobre mi corazón...
Mi lucero nocturno,
quisiera estar junto a ti...
Pero tú estas tan alto en el cielo,
me dejas lejos aquí en la tierra.
Trituras mi alma,
mi fénix muere, muere y renace una y otra vez.
Arde mi llama... late mi corazón
"Habrá otras... mucho más gloriosas que tú... habrá otras con muchísimo más poder que tú... pero solo tú eres la reina... solo tú gobiernas en mi corazón... solo tú y nadie más es mi diosa"
Haré un ritual... en el que a ti entregue mi alma...
así no podre perder nada más.
Haré un ritual en el que te entregue mi corazón aun palpitante, chorreando mi amor por ti... derramando torrentes de "TE AMO"
Y así tendrás todo de mi... mi vida para siempre... mi nada eternamente...
pero y luego que...
Mírame estoy aquí...
Mis brazos abiertos, clávame tú el puñal que silencie mis gritos...
Clávame la mirada que congele mis latidos, de ese modo se trizaran mis sentimientos con el deshielo...
No tengo nada que ofrecerte más que lo que ya sabes que poseo... soy como "Itaca"
Tu viaje te hará conocer mil aventuras... y aquí estaré yo... sin novedades... sin nada más que lo mismo que has dejado atrás... aquí esperaré tu retorno, aunque pasen mil años...
Pero tal vez no soy tan importante como para ser la así llamada ciudad...
de un abrir y cerrar de ojos estamos una vez más en otoño, invierno... la lluvia rasga mi piel con sus caricias húmedas...
Y este sentimiento que arde en mi piel trata desesperadamente de lanzar sus chispas al firmamento...
Quiere que se despeje el cielo... quiere brillar junto a las estrellas...
quiere brillar tanto como aquel lucero que de ocaso a alba es el primero y también el último.

Las corrientes llevan mis besos junto a los pétalos de las rosas...
se pierden y se ahogan en la confusión... jamás sabre si los recibiste... o si eran realmente los míos... cuantas personas enviaran sus caricias es esa dirección...

¿Escuchas los pasos por la noche? Corren deprisa, tropiezan, aquel gran estruendo fue la primera caída de muchas otras más... mi diosa... es por ti que se vuelven a levantar...

Aprieto mis sueños fuertemente contra mi pecho y deseo no estar aquí... no para siempre aquí...
Los días sin ti pasan lento... aveces pienso que una diosa, como tú lo eres, tiene mejores pretendientes que yo... aveces creo estar soñando que me has elegido a mi... tal vez si lo estoy soñando...
Si es así quiero que escuches este grito... este lamento de un pobre fragmento de mundos perdidos y desunidos... estoy aquí... ¡ESTOY AQUÍ!... cuando termines tus viajes estaré aquí...
Los astros desnudos contemplan las oleadas de aquellas tormentas en las que sola me he hundido... en las que sola me he perdido... deseando estar junto a ti...
Viajando en círculos tratando de hallar el camino que me lleve a ti... pero soy una simple mortal... por qué tú, en tu gloriosa plenitud de reina de los corazones te irías a fijar en mi...

Las montañas que he de subir son las más altas que jamás había encontrado en mi valle... es que eres una estrella distante, un planeta distinto...
Venus... mi diosa implacable... mi corazón te pertenece...
Has con él lo que desees... pero por favor no me lo devuelvas... porque es tuyo, tiene tu nombre tallado...
Si algún día decides que no seguirás el juego... tienes libre albedrío... solo no me lo devuelvas... preferiría danzar la agonía de aquel que gira peldaños abajo tras sacrificarse en nombre del sol... preferiría aquello... y con el tiempo cerrará la llave que dejó sangre en todo rincón... y de las cenizas seguirán sonriendo las llamas de mi amor... porque jamás se van a apagar...

Cerrar los ojos y encontrarse una vez más boca abajo junto a los bosquejos del día anterior... sin sonrisas y sin llanto, los rostros borrados y mal dibujados de aquellas sombras... y la inminente lluvia de fuego que se quiere dejar caer sobre sus cuerpos... lineas que aun se pueden borrar... lineas que traspasan el papel...

Cuerpos fríos danzando bajo la lluvia, proclaman en su azul inconsciencia los destellos de un ayer ensartado en el tenedor de la muerte...
No es más que la vida misma.
No es más que el suspiro de las noches pasadas... suspiro que trae el alba...
Tentaciones dulces que muerden con sus pies que hablan con sus garras... marcando el sendero por el cual no bebemos andar y aun así lo atravesamos, sonriendo, porque lo prohibido nos da placer.

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