No se cómo pasó, creía yo que la traía en la mano, que estaba allí resguardada, que así de la mano podría cuidarla mejor.
Pero, la distraída la perdió, se le volvió a romper, se le salió el cosito, no lo puede poner en su lugar, porque el lugar tampoco está en su sitio.
Y tener fé no resolverá nada esta vez.
Aún así quiero creer.
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