visitas

viernes, 26 de julio de 2019

Escorpión

Hay un escorpión en mi oreja, me susurra cosas, se mete en mis pensamientos y no me lo puedo quitar, camina por mi espalda y me paraliza.

Hay un escorpión en mi cabeza y me da terror.

Siento avanzando por mis brazos, mis manos, mis piernas, mi espalda, mi mente, como una sombra. Siento...

Y cuando miro no lo puedo ver.
Y cuando lo veo no lo puedo tomar.

No hay escorpión.
De quién es la voz que me susurra.
De dónde el temor que me paraliza.
Hasta dónde la ilusión. La realidad.

Se apagan las luces y la ciudad brilla con venas naranjas que corren veloces, lava corriendo por las arterias de este mundo.
Otro mundo.
Negro como el avismo.
Intenso, misterioso, peligroso.
La noche se devora las ideas y de fondo sólo un murmullo lejano.
Cercano.

Un ruido sordo, y mil susurros que atraviesan mi mente.

No hay escorpión, nunca lo ha habido.

Hay un escorpión que habita mi noche.
Hay un escorpión que me espera en silencio, me mira de lejos y me paraliza.

No hay escorpión, nunca lo ha habido.
De quién la voz.
De quién la sombra.

Es un sueño peligroso, un temor más profundo que el mar en una noche sin luna.



No hay comentarios:

Publicar un comentario