Me abraso en rubor, se queman mis mejillas.
Tanta, tan vasta, tan extensa... La piel, me pide ese contacto...
No, no recuerdo el viento quemándome así.
No, las caricias, no los rasguños, no.
Piel sobre piel, solo mi piel.
Quema o quizá ... Abre.
De viajes extraños. De fronteras difusas. De besos, varios.
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